Por Manuel Ponce de León.
El pasado sábado estuvo en la capital del estado de Puebla, el presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador para reunirse única y exclusivamente con el Gobernador, Miguel Barbosa en casa Aguayo.
La reunión trascendió en torno a la revisión de los programas de bienestar y de como se aplican en el estado; está vez no fue en ningún municipio ni con la militancia de la 4T ni nada parecido. El asunto real era de tal importancia que debía tratarse directo con el ejecutivo; y es que el tema no era otro que la revocación de mandato a celebrarse el próximo 10 de abril del presente.
Se equivoca quién piense que el presidente vino a jalar orejas o hacer un llamado de atención; está vez vino a pedir el apoyo de su amigo, a quien en verdad aprecia y ha quién refrendó su confianza; y es que para estos momentos, el hombre más enterado del país, tiene informes del trabajo realizado por el ejecutivo en torno a este ejercicio democrático, así como de quién utilizando su nombre y traicionando su confianza se ha dormido en la hamaca y quiere insultar su inteligencia.
La fuente que reveló el posible objeto de la reunión contó a quien esto escribe, que el presidente en privado le contó al gobernador que esté se encuentra decepcionado del actuar de varios de sus cercanos, derivado de que han querido tomar ventaja desde su posición ganado reflectores y dejando de un lado los temas que tienen que ver con su proyecto de nación.
Que existe un movimiento desestabilizador en el interior del partido que él creó y lo llevo al triunfo en 2018 y que este está orquestado desde la propia dirigencia dónde se sienten empoderados, además de que se quieren adueñar del mismo para sus propios intereses y así negociar las diferentes posiciones con futuros actores en 2024, entre los que se encuentran algunos miembros altos de su gabinete, donde trasciende que no lo estarán tomando en cuenta.
Que ante esta situación, ha llegado el momento de la recomposición y no perder el terreno ganado en veinte años de lucha por la ingratitud de algunos oportunistas, por lo que se tiene que poner orden en la casa, empezando por Puebla.
Para tales efectos, a pocos días de la revocación de mandato, contaron que se solicitó vigilar con lupa la operación de algunos, sobre todo de los que se dicen “amigos” y colaboradores cercanos del presidente, pero que traen tema personal, en donde podría caber la figura del diputado federal, Ignacio Mier Velasco, quién últimamente se anda saltando las trancas pactando a sus espaldas y promocionándose por todo el estado, usando como pretexto el tema de la reforma energética tomando ventaja desde su posición como Coordinador de diputados de Morena en la Cámara.
¿Qué llevo a estás conclusiones? Que hay informes extraoficiales que indican que el diputado, pese a estar haciendo giras en el interior del estado desde principio de año para el tema de la revocación, sólo ha conseguido 14 mil posibles sufragios a favor de la permanencia del presidente López Obrador y que nadie de sus cercanos y allegados, se ha aplicado en este tema, que estos se dedican a cerrar acuerdos, promesas y compromisos para el futuro de Nacho, con miras al 2024.
Que siempre usa el nombre del presidente para este fin y que hasta su medio informativo se dedica a difundir diariamente logros y reuniones por lo más mínimo que sean aún en veda electoral y fuera de tiempo electoral, que toda esta estructura aparentemente se sostiene con recursos destinados al tema de la reforma energética, pero que finalmente terminan siendo utilizados para sus propósitos.
Que Mier, también promueve la cercanía con el líder Nacional de Morena, Mario Delgado y que derivado de está anda prometiendo de más sin consultarlo con nadie, que no camina, levita y a veces flota, además de despreciar a todo mundo con desplantes y actitudes, lo que tiene irritado al presidente.
La recomposición viene en varios sentidos y estrategias, sabiendo que el enemigo está en casa habrá que operar con fineza y frialdad, de entrada como al presidente le han crecido los enanos, lo primero será hacer creer a estos que tienen el poder cuando no es así.
Como al líder de Morena en la Cámara no se le puede destituir, se le dejara caminar y pensar que sigue fuerte y poderoso desde esta posición pero en realidad sus bonos van en picada.
Para esto, la intervención del bombero presidencial en la figura del Secretario de Gobernación, Adán Augusto López, está en operación para recuperar Morena y todo lo que esto significa.
Se mencionó que el Secretario para el mes de octubre de este año, asumirá la dirigencia nacional de Morena, cuando se den los tiempos de los cambios en la dirigencia, así los acuerdos y posiciones volverían a estar en manos de López Obrador y muy al estilo siciliano, será el momento de ajustar cuentas con muchos, entre ellos el propio Nacho Mier.
La llegada de Adán Augusto llevaría el sello de la 4T y se volvería al proyecto de nación establecido por AMLO, quien sería de facto, el único que podría definir a su sucesor y lo que pase en los diferentes estados de república, lo que arruinaría los planes y compromisos de muchos como el del diputado federal, quién ya sentía en el bolsillo, la candidatura hacia el gobierno de Puebla.
Por lo sucedió el pasado sábado a Nacho Mier en Tecamachalco, el municipio que gobierna su JR, donde tendría una reunión en torno a la reforma energética, donde creía le esperaban con bombo y platillo, ahi familiares de Sandra N. quién se encuentra encarcelada, le reclamaron su traición y su abandono, lo que no fue una coincidencia al estar al mismo tiempo el presidente de México en Casa Aguayo.
Lo que Nacho no entiende es que en el zócalo del municipio, le entregaron dos peces muertos en un chaleco de balas al prometerle que serán una piedra en el camino hacia la gubernatura, y que el mensajero había cumplido su tarea.
Soberbio y flotando, el diputado dio la espalda al reclamo, acusando de recibo con un trago de agua en la garganta y marchándose con su séquito como mascota arrepentida.
Mientras esto sucedía, en Casa Aguayo, López Obrador, agradecía al gobernador Barbosa el trabajo desplegado en todo el estado ante la próxima votación del 10 de abril, que los más de 150 mil posibles sufragios ganados hasta el momento en Puebla es una muestra de su compromiso y entrega a su proyecto de nación por lo que le considera uno de sus mejores elementos.
Las diferencias son brutales entre el gobernador Barbosa y quién a través de su periódico juega a mentirle al presidente, de eso hay muchas evidencias.
El presidente dejo un abrazo al gobernador y un gran encargo sabiendo que será correspondido y que como dijera el clásico… “Lo mejor está por venir”.
Ni hablar, al tiempo.
