La actriz Irma Serrano, célebre por su apodo de La Tigresa, ha fallecido este miércoles a los 89 años. La Asociación Mexicana de Intérpretes dio a conocer su muerte esta mañana, sin dar a conocer las causas de su deceso.
Irma Consuelo Cielo Serrano Castro nació en Comitán (Chiapas, en el sureste de México) en 1933 y comenzó su carrera como cantante del género de rancheras en los años sesenta al mismo tiempo que incursionó en películas como Santo contra los zombies, donde el mítico luchador se enfrentaba contra monstruos de ultratumba.
La chiapaneca dejó de lado su faceta de cantante y de actriz para dedicarse a la política. Fue diputada federal del Partido de la Revolución Democrática (PRD) por su estado natal. Más tarde, continuó su carrera política como senadora independiente y, tras un breve receso en la política y en el año 2000, bajo el amparo del Partido Alianza Social, se postuló como alcaldesa de un distrito de la Ciudad de México, sin éxito.
El romance entre Irma Serrano “La Tigresa” y el ex presidente de México, Gustavo Díaz Ordaz, se dio cuando el político gobernaba México. Los rumores sobre su relación iniciaron 1969. Sin embargo, en un principio no había confirmación de nada. Sólo eran eso: rumores. Más tarde, la actriz confirmó que sí había tenido una relación amorosa con el protagonista de la Masacre de Tlatelolco.
Irma Serrano detalló en su libro A Calzón Amarrado que sí tuvo una relación amorosa con Gustavo Díaz Ordaz. La actriz reveló que lo conoció “en una de tantas reuniones de políticos”.
“Aquel personaje era un don nadie pero llegó a ser el gusano mayor para regir los destinos del país durante seis años. Descubrí que era más atractivo de lo que me imaginaba, no de su físico del cual han hecho tantas bromas, sino por su intelecto. Tiene una personalidad un tanto especial: es simpático, duro a veces, determinante y necio igual que yo”, indicó Irma Serrano en su libro.
De acuerdo a éste, detalló que lo quería y la consentía mucho: “sí, lo quise mucho; él me quería mucho, me consentía mucho, nunca me prohibió o me dijo ‘no hables de mí’”, dijo Irma Serrano. Incluso, el político le regaló una casa en El Pedregal.
Sin embargo, su romance prohibido no duró mucho tiempo, pues en 1974 se dice terminó su relación, luego de que la esposa del mandatario, Guadalupe Borja, se enteró de su traición. Hecho que la enfadó bastante hasta que inició una campaña de veto para que en su vida profesional se las viera difíciles.
Sin embargo, algo que marcó esta historia fue cuando Irma Serrano se vistió con un traje folclórico y contrató servicio de mariachis y acudió a Los Pinos para cantarle a la esposa del presidente Gustavo Díaz Ordaz. Fue esa vez en la que para La Tigresa todo acabó.
Aunque en un inicio en la relación amorosa no faltó nada, La Tigresa jamás pensó en convertirse en madre.
Asimismo, anterior a su relación con Gustavo Díaz Ordaz se le relacionó amorosamente con otro político. La Tigresa apenas tenía 17 años –en 1950– cuando se le relacionó con el entonces gobernador de Veracruz, Fernando Casas Alemán.
Fue su vida personal y sobre todo, sus últimas relaciones sentimentales, alimento de los titulares de la prensa rosa de México. La Tigresa nunca se casó ni tuvo hijos, aunque antes de cumplir 70 años expresó que quería ser madre, mediante una fertilización en un procedimiento in vitro. Tampoco tuvo suerte en su aventura con la maternidad. En sus últimas apariciones públicas, fue ligada sentimentalmente con el ex participante en el concurso televisivo Big Brother, Patricio Zambrano, sobrino de un prominente empresario de Monterrey y quien tiene 30 años menos que ella. Unos meses después, se le relacionó con el presentador de televisión Alfonso de Nigris, 46 años menor que ella y con el que se mostraba en medios de comunicación dándole costosos obsequios, lo que le valió la dura crítica de la opinión pública.
