Este día se realizó nuevamente un traslado masivo de internos del penal de San Miguel a cárceles federales, entre los que finalmente ahora sí va el peligroso secuestrador Erik Sosa, uno de los últimos que tenía control de auto gobierno y negocios ilícitos dentro de la prisión estatal, al igual que el defraudador Leonardo Tiro Moranchel, quien tenía privilegios de vivir con comodidades.
Aunque en el perímetro del penal se observaba una amplia presencia de elementos de Seguridad Pública del Estado y Guardia Nacional, aparentemente resguardando el riguroso proceso de ingreso de visitas de lo cual últimamente se han quejado tanto familiares como internos, quienes aseguran que les están condicionando el ingreso de alimentos y afirman que en el interior hay escases de alimentos y agua; en realidad obedecía al dispositivo para el traslado de otras 20 personas privadas de su libertad (PPL´s).
Destaca de este último traslado a un Centro Federal de Readaptación Social (Cefereso), el de Erik Sosa y Leonardo Tiro, quienes desde años atrás venían siendo señalados de tener el control del penal, gozando de cómodas celdas con pantalla de televisión, equipos celulares, incluso la adaptación de bares y la visita íntima abierta.
Esta mañana se movió en redes sociales el aviso de que mañana jueves a las 8 de la mañana se realizará una manifestación afuera del penal estatal para solicitar audiencia con la directora del penal María del Rayo Mendoza Farfán a fin de que atienda el supuesto desabasto de alimentos y agua para los internos, además de darles un trato dignos a los familiares que llegan de visita, pues aseguran que en los últimos días los han retrasado hasta 5 horas o incluso ni les permiten ingresar o rechazan sus alimentos, mientras que adentro no hay abasto de alimentos y si alguien llega a conseguir agua, se las venden hasta en 50 pesos el litro.
Al respecto, la Secretaria de Seguridad Pública (SSP) del Estado respondió que existe el abasto suficiente de alimentos a través del comedor interno y también de los negocios legalmente establecidos.
De manera extra oficial se indicó que la inconformidad de los familiares se debe a una minoría que pertenecía a los internos que tenían establecidos negocios de manera irregular dentro del penal y que les dejaba jugosas ganancias.