Kamala Harris, vicepresidenta de Estados Unidos, afirmó este jueves en una entrevista con la agencia Efe que, durante sus reuniones esta semana con el Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), le pidió que deje “hacer su trabajo” sin obstáculos a las ONG y la prensa en su país.
“Este es un tema que me preocupa profundamente, porque queremos asegurarnos de que hay independencia: un sistema judicial independiente, una prensa independiente, y que las organizaciones sin ánimo de lucro, las ONG, puedan hacer su trabajo sin interferencias. Eso lo dejé muy claro”, aseguró Harris.
La vicepresidenta estadounidense añadió que fue “muy franca” con el presidentes mexicano y también con el guatemalteco, Alejandro Giammattei, y les dijo que está “preocupada por la corrupción y la impunidad” en sus países.
“Fui muy directa con cada uno de ellos respecto a esas preocupaciones”, garantizó Harris en su conversación telefónica con Efe, dos días después de regresar de su viaje a Guatemala y México.
Harris respondió así a una pregunta sobre la polémica reforma en Guatemala de la ley sobre organizaciones no gubernamentales, promovida por el partido oficial y que habilitará la anulación por decisión estatal de manera unilateral de cualquier ONG asentada en el país.
Por su parte, el Gobierno mexicano se ha quejado con Estados Unidos por financiar a organizaciones como Artículo 19 y Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI), que López Obrador tacha de “golpistas” y “opositoras”, y el mandatario de ese país también ha recibido algunas críticas por su tratamiento de la prensa.
En la entrevista, Harris también defendió que su Gobierno no está “ignorando” a Honduras y El Salvador, dos países que ella no incluyó en su gira de esta semana, a pesar de que su misión es hacer frente a las causas de raíz que generan la migración en todo el Triángulo Norte de Centroamérica.
“No hemos ignorado ninguna región de los tres países”, subrayó Harris, quien evitó comprometerse específicamente a visitar Honduras o El Salvador, cuyos líderes generan más críticas en Estados Unidos por su presunta corrupción que los de México y Guatemala.