La Unión Popular de Vendedores Ambulantes (UPVA) 28 de Octubre pidió al Gobierno del Estado la liberación inmediata de dos de sus compañeros, esto luego de la balacera y confrontaciones que se registraron en el Mercado Hidalgo. La organización considera que los involucrados no compartieron toda la información al gobernador, Miguel Barbosa, y que esto puede generar información sesgada.
A través de un comunicado de prensa, la UPVA confirmó que son dos y no tres los compañeros que fueron detenidos, se trata de Pedro Carrillo López y Francisco Xique Cabrera, ambos fueron interceptados por la patrulla número 1830, los miembros de la organización aseguraron que primero los detuvieron por verse sospechosos, luego por el presunto robo a transporte público, pero solo son vendedores de la CAPU.
Indicaron que los detenidos fueron señalados por los delitos de robo en flagrancia y extorsión, pero que antes de su detención los policías dispararon 30 veces en contra de ellos y los que rompieron vidrios y causaron la lesión a una mujer policía, fueron los mismos elementos.
En el curso de los hechos, la Dirección Central se comunicó con Ana Lucía Hill Mayoral, titular de la Secretaría de Gobernación, pero la funcionaria -de acuerdo con el comunicado- respondió una hora después y dijo que llamaría luego para concretar una reunión.
Agregaron que “los subordinados” del mandatario le dieron mal toda la información de lo sucedido y, por tanto, el gobernador declaró este 24 de febrero que su administración no cedería ante las presiones de los mercados.
“El gobernador no dijo porque tal vez no sabía que nuestros compañeros estaban trabajando en su lugar en el momento en que los policías los detuvieron, que, para justificarse, los policías dijeron las varias versiones (…) dispararon criminalmente en contra de nuestros compañeros e incluso hirieron a su propia compañera”, se puede leer.
Por todo lo anterior solicitaron que liberen a sus compañeros, pues consideran que vivieron una “ofensiva armada” y en caso de no hacerlo, la organización adelantó que lo tomarán como un acto para destruir la UPVA y como un “arrimón” de la administración para ver cómo reaccionaban.
