Por Rodolfo Herrera Charolet
El 23 de junio de 2020 la Secretaría de Salud del gobierno federal, reportó 191,410 casos confirmados de un total de 501,871 personas estudiadas y 23,377 muertos.
Con datos publicados por autoridades mexicanas el 10 de junio de 2020, de acuerdo a las estadísticas mundiales de diversos organismos de la OMS, México realizó 279 pruebas por cada 100 mil habitantes, mientras que el promedio en los países de América es de 3082, en donde el más alto es de 6854 realizados en los EUA y el más bajo Guatemala con 179, colocándose a nuestro país en el antepenúltimo lugar y ubicándose en la franja roja (la más baja de las cuatro). (World o meter, 2020)
Para el vocero de la Secretaría de Salud, Hugo López Gatell, aplicar mayor cantidad de pruebas de Covid-19 es una pérdida de tiempo, de esfuerzo y de recursos, ante el tamaño de la pandemia, en México y todo el mundo; “No nos interesa porque es inútil, costoso e inevitable aplicar una entrevista (o prueba) a todas las personas de un país”.
Sin embargo los expertos de organizaciones mundiales opinan lo contrario. Si bien existe incertidumbre en los números reales, podrá argumentar que es probable que sean irrelevantes para tomar decisiones. Para el vocero de la república, se busca analizar la tendencia de las mismas, por lo que utiliza el sistema Centinela, que es a manera de las encuestas. El problema central, no es el mecanismo para hacer las proyecciones epidemiológicas. Esta declaración descarta las acciones inmediatas de evitar contagios, por el contrario, espera a más contagios porque no toma acciones para aislar al paciente con diagnóstico positivo. De hecho el gobierno federal, en ésta estrategia, únicamente conoce el comportamiento de la pandemia pero no lo enfrenta y mucho menos lo evita.
El epidemiólogo, economista de Salud y científico de la Universidad de Harvard, Eric Feigl-Ding, tras realizar la comparación de los casos positivos de coronavirus en México con los de ciudades como Nueva York, Madrid y Lombardía, alertó públicamente por el alto porcentaje de positividad en pruebas de Covid-19. Observó en la curva de contagios mexicano un crecimiento sin precedentes. El alto porcentaje de positividad encontrado fue superior a más de la mitad de los estudios realizados.
El científico considerado como uno de los mejores del mundo, destacó que más de la mitad de positividad, sólo refleja un diagnóstico insuficiente y un tratamiento deficiente, por lo que dijo que se deberían realizar más pruebas. (Feigl-Ding, 2020)
Feigl-Ding a través de su red social destacó la importancia del porcentaje de positividad, el cual no sólo debe estar basado en las pruebas, como ejemplo señaló el seguimiento realizado por Corea del Sur, país que utilizó el seguimiento de contactos con apoyo de las pruebas realizadas. Otro de los enfoques que señaló fue la prueba de aguas residuales, la cual tuvo éxito en Europa.
El doctor profesor Yanner Bar-Yam[1] recomendó que:
Para contener completamente el virus, los casos nuevos por día deben llegar a cero. Los países verdes están en ese punto o muy cerca de él. Los países amarillos son aquellos que podrían alcanzar ese punto dentro de un plazo razonable. Todavía tienen que bajar para ser verdes. Los países rojos van por el camino equivocado, permanecen constantes o bajan muy lentamente.
En el caso de México, es uno de los 70 países que requieren tomar decisiones firmes y medidas de emergencia, según su publicación al 17 de junio de 2020. Por encontrarse dentro de aquellos que presentan curvas rojas. Tan es así que el 21 de junio se ubicó como el país en el mundo con mayor cantidad de muertos en un día.
Si bien algunas curvas amarillas pueden parecerse a las curvas verdes, la comparación del número total de casos nuevos por día a menudo explicará las diferencias en la clasificación. Los casos per cápita son una métrica importante. Sin embargo, cuando se trata de eliminar el virus, el número de casos nuevos por día debe ser cero. La fracción de la población infectada no es lo que importa. Si un país tiene 100 casos nuevos por día, eso proporciona muchas rutas para que el virus se propague. No importa si la población es de 1,000,000 o 10,000,000.
Feigl-Ding y Bar-Yam, entre otros, coinciden en afirmar que las pruebas le permiten a la autoridad sanitaria identificar a las personas infectadas y separarlas del resto de la comunidad. Hay dos factores principales que influyen en la cantidad total de casos confirmados de Covid-19. El primero es el número total de infecciones dentro de la población, el segundo es la cantidad de pruebas que se realizan. Es posible que las regiones altamente infectadas muestren un pequeño número de casos confirmados si sus pruebas son insuficientes, por lo que la tasa de pruebas positivas es un factor importante.
Los expertos afirman que no se deben esperar “más datos” o resultados de modelos complicados. No es demasiado tarde para comenzar ahora. Cuanto antes se tomen decisiones, las cosas anteriores pueden volver a la normalidad. Establecer instalaciones para aislar a las personas infectadas de los miembros de su familia. Si se encuentra en una zona verde con poca o ninguna transmisión comunitaria, imponga restricciones de viaje y vuelva a abrir la economía local. Para las zonas rojas, restrinja los viajes hacia el exterior para evitar infectar a otros. Para viajes esenciales, tenga cuarentenas obligatorias para evitar la propagación del virus.
El comportamiento de las autoridades sanitarias en México, con su deficiente actuación envió un mensaje claro; es más importante salvar el proyecto personal del presidente de la república que la vida de los mexicanos, quienes finalmente morirán, en virtud de su incapacidad de crear inmunidad ante el virus y la inexistencia de cura a nivel mundial.
Lo bueno del pronóstico a juicio de dichas autoridades, es que únicamente morirá el 10 por ciento de los infectados y al finalizar agosto de 2020, serán no más de 40 mil víctimas. Pero en el caso de que fueran más, “solo y solo sí”, los habitantes no cumplen con las normas de carácter voluntario, en virtud de que el gobierno no aplicará la fuerza para que éstas se cumplan.
La cruda realidad, seis meses después con 177,998 muertos por Covid-19 confirmados al 31 de enero de 2021, demostró al gobierno de la república un diagnóstico insuficiente y un tratamiento deficiente.
¿O no lo cree usted?