Fauna Política
Por Rodolfo Herrera Charolet
Las teorías conspiratorias tienen siempre el beneficio de la duda, aun cuando algunas son
descabelladas y parten de alguna complicación en la información del asunto a cuestionar.
Sea parcial o poco clara la información, la idea conspiradora aprovecha algún punto que
no resulte claro, a fin de hacer creíbles sus especulaciones.
Como ya se sabe el epicentro original de la pandemia fue en la ciudad china de Wuhan
que es también ciudad sede del Instituto de Virología en donde los investigadores han
estado estudiando coronavirus de murciélago desde hace mucho tiempo (BBC, 2020) . Una
de los investigadores reconocida viróloga, Shi Zhengli, quien pasó años colectando
muestras de excremento de murciélago y afirmó que se encontraba preocupada por el
brote del nuevo virus.
Tras una revisión de los registros del laboratorio a su cargo, constató que la secuencia
genética del nuevo virus denominado SARS-CoV-2, no coincidía con ninguno de los
registrados por su equipo. Pero la coincidencia fue utilizada por los conspiradores para
sembrar su teoría, para lo cual, hicieron uso de un vídeo documental de una hora
producido por The Epoch Times 1 en donde llamó al Covid-19 como el “Virus del Partido
Comunista Chino” (Virus PCCH).
La teoría conspiratoria fue retomada por el Washington Post el Times (en el Reino Unido)
y muchos otros medios, tomando relevancia, aún sin tener ningún sustento científico ni
evidencia.
Una variante más agresiva de la teoría de la conspiración, que difunde el “Virus PCCh” es
la idea de que fue creado como arma biológica con la intención de dañar la población de
otros países. De acuerdo con Pew Research, “casi tres de cada 10 estadounidenses creen
que el Covid-19 fue creado en un laboratorio”, ya sea intencionalmente o
accidentalmente. La idea de que se hizo popular en los Estados Unidos, se debe a la
cobertura en medios que propició el Senador estadounidense Tom Cotton (Republicano,
de Arkansas) quien apoyó dichas teorías publicadas en el Washington Examiner.
Las especulaciones apoyadas por Cotton, sin sustento, afirman que el Instituto de
Virología de Wuhan “está vinculado a un programa encubierto de armas biológicas de
Beijing”. Sin embargo tras la evidencia científica en el estudio de la secuenciación
genética, la especulación se vino abajo.
Tras diversas investigaciones, muchos de ellos laboratorios extranjeros, se sabe que el
virus SARS-CoV-2 tiene orígenes completamente naturales al igual que un virus zoonótico 2
1 The Epoch Times es un medio de comunicación inglés con sede en los Estados Unidos y con vínculos con el
culto religioso de Falun Gong que ha sido perseguido durante mucho tiempo por el Partido Comunista Chino
(PCCh).
que confirma su origen animal. A menos de que se demuestre lo contrario, por ahora
resulta falso que el virus escapó de un laboratorio chino.
¿O no lo cree usted?