Por Chester Hernández
Y dónde está el fiscal Higuera Bernal e Iván luna Cruz.???
El día de hoy, un grupo de alrededor de 150 personas, en su mayoría acarreados desde municipios como Aquixtla y Tétela, arribaron al complejo cultural y deportivo del municipio de Chignahuapan, donde manifestaron su inconformidad con el Concejo Municipal. Los participantes, en su mayoría simpatizantes del exlíder de la delincuencia organizada Juan Lira Maldonado, alias “El Moco”, y de huachicoleros, mostraron una actitud agresiva desde el inicio de la movilización.
Entre los principales generadores de violencia que encabezaron la manifestación se encuentran Gaudencia Olvera, conocida como “Kito Olvera”, y Víctor Hugo Jiménez Trejo, apodado “El Chilango”. Ambos son figuras vinculadas a actividades ilícitas en la zona, y su presencia en esta protesta no hace sino reforzar las sospechas sobre la naturaleza del movimiento, que parece tener más tintes de intimidación y desestabilización que de una protesta legítima.
Una vez dentro del centro cultural y deportivo, los manifestantes tomaron por la fuerza las instalaciones, desalojando al personal que laboraba en las distintas áreas municipales. Las agresiones hacia los empleados fueron inmediatas, lo que causó pánico entre los trabajadores del lugar. Sin embargo, la violencia no se limitó a los empleados municipales, ya que también se dirigieron contra los representantes de los medios de comunicación que se encontraban cubriendo la protesta. Los manifestantes impidieron el libre ejercicio de la labor periodística y agredieron a varios periodistas, lo que desató un ambiente de tensión y caos en el lugar.
En el grupo de manifestantes, algunos individuos se encontraban en evidente estado de ebriedad, lo que generó aún más desconcierto. Varios de ellos, sin embargo, no dudaron en hacer declaraciones a los medios, cargadas de incoherencia y desinformación. Además de las agresiones y el caos generado, los manifestantes arrojaron basura en el lugar y colocaron una manta con la leyenda “Es tiempo del pueblo” frente a la fachada principal del complejo cultural y deportivo, un acto que no solo refleja la anarquía de la protesta, sino también un intento de apropiación simbólica del espacio.
Sin embargo, la pregunta más relevante ante esta situación es: ¿dónde está la Fiscalía? Muchos de los individuos que participaron en la manifestación tienen órdenes de aprehensión por delitos de alto impacto, incluidos actos de violencia, huachicoleo y otros crímenes relacionados con la delincuencia organizada. La presencia de estos sujetos en un evento de esta naturaleza deja claro que las autoridades no han logrado implementar las medidas necesarias para frenar la impunidad que reina en la zona. Es imperativo que se tomen acciones contundentes, no solo para garantizar la seguridad de los habitantes de Chignahuapan, sino también para restaurar el orden y el respeto a la ley.
Este evento pone de manifiesto la creciente preocupación por la violencia y el control social que algunos grupos han logrado ejercer en municipios como Chignahuapan, y la inacción de las autoridades que, en lugar de garantizar la paz y el respeto a los derechos, parecen ser cómplices en la perpetuación del caos. La situación exige una respuesta clara y firme de las autoridades correspondientes para evitar que estos hechos se sigan repitiendo y que la justicia, por fin, se haga presente en esta región.
