El Gobierno de Israel ha reaccionado a la cancelación del contrato de munición que el Ministerio del Interior había cerrado y que se ha cancelado debido a las presiones de Sumar. En un comunicado del Ministerio de Asuntos Exteriores de Netanyahu, “condena firmemente” la decisión de España de rescindir el contrato de compra de armamento, valorado en 6.642.900 millones euros.
“Israel condena enérgicamente la decisión del Gobierno español de cancelar un contrato firmado con la empresa de defensa IMI Systems, así como su anuncio de que se abstendrá de concluir acuerdos de defensa con empresas israelíes en el futuro”, ha condenado.
“El Gobierno español está sacrificando cuestiones de seguridad por motivos políticos y continúa estando en el lado equivocado de la historia, contra el estado Judío, que se está defendiendo de ataques terroristas en siete frentes”, zanja el texto.
La rescisión del contrato entre Israel y España ahonda más en la crisis diplomática entre los dos países. Una crisis que comenzó el 24 de noviembre de 2023, durante el viaje a la franja de Rafah del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Su presencia en la zona fronteriza de Egipto coincidió con la primera liberación de rehenes israelíes por parte de Hamas.
Sus palabras, cuestionando el cumplimiento del Derecho Internacional Humanitario, provocaron que Netanyahu llamara a consultas a su embajadora en Madrid, Radica Radian-Gordon, quien permaneció 40 días fuera de España.
La diplomática regresó al país, donde terminó su mandato en junio de 2024. El Gobierno español ya había concedido un plácet para Zvi Vapni, sin embargo, nunca llegó a entregar sus cartas credenciales y antes se marchó de embajador a Países Bajos, donde ahora desarrolla su labor.
En estos momentos hay siete contratos más pendientes de ser aprobados con Israel, pero Moncloa los va a revisar y es probable que no salgan adelante. “Los procesos de compra que siguen abiertos se iniciaron antes de dicha fecha (7 octubre) y, los que sean armamento, no se van a ejecutar”, afirman en el comunicado.
Pese a la delicada situación en las relaciones entre España e Israel, el ejecutivo de Sánchez intenta presentarse como mediador para alcanzar una “paz justa y duradera” en Oriente Medio. El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, ha realizado cuatro giras por a región desde que estalló el conflicto, en ninguna de ellas ha pisado suelo israelí, según afirmaron, por “problemas de agenda”.
Además de anunciar la cancelación de contratos de compra de armas con Israel, España ha impuesto sanciones a colonos israelíes en Cisjordania. También ha apoyado económicamente a la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Medio (UNRWA).
España, que aceleró el reconocimiento del Estado Palestino tras la guerra, apuesta por la solución que pase por dos Estados que convivan en paz. Sin embargo, en las conversaciones que ha organizado se han sentado países de Oriente Próximo que no reconocen todavía a Israel.
La postura de España fue adoptada tanto por la Unión Europea como por la liga Árabe. La única diferencia es que los 27 exigen la salida de Hamas de la franja de Gaza y que la Autoridad Nacional Palestina vuelva a dominar el territorio, mientras que la Liga Árabe no se ha pronunciado.